Las matemáticas del régimen

En estos días recientes, el panorama electoral se ha ido disipando poco a poco. La elección de los magistrados y la reforma a la ley electoral en los términos del régimen, era de esperarse. Por otro lado, el calendario electoral que ya se presentó, no debe de asustarnos, es solamente el preludio de la derrota del FSLN. Sin embargo, no podemos perder más tiempo. Tenemos que seguir organizándonos y preparándonos para todos los escenarios posibles.
Ningún régimen autoritario entrega el poder fácilmente o nos regala concesiones gratuitas. La lucha por la democracia es larga, es ardua, es compleja. No elegimos el camino más corto o más fácil, pero es que las travesías más agotadoras están reservadas para los audaces, para los valientes.
Eso sí, lo que si causo estupor fue la actuación de algunos actores, que hasta ayer eran considerados opositores, y que más bien demostraron porque en Nicaragua, el zancudismo y colaboracionismo, es un lastre que debemos desterrar para siempre. La unión es fundamental, pero entre los demócratas, no entre los desleales. Y estemos seguros, claro que iremos juntos, en Alianza Ciudadana, que es hoy la alternativa frente al sandinismo.
Compatriotas, estas son las horas más oscuras de la patria, sin duda. Pero no caigamos en las trampas, en la desolación, en la desesperanza. En estos tiempos, necesitamos fortalecer nuestro espíritu democrático, nuestros ideales y esa convicción de lucha que nos ha forjado como nación a lo largo de la historia. El desafío que tenemos por delante es inmenso sin duda, pero no podemos perder la fe, es la única que mueve montañas.
Hoy nuestra tarea, debe ser convertirnos en portadores de la esperanza, del futuro. No nos dejemos engañar ni nos corramos al ruido de los caites. Preparémonos mejor para el examen que se avecina y descifremos las matemáticas del régimen. El FSLN tiene una base de apoyo de menos del 25% del electorado, son minoría y lo saben. Pero entonces, se preguntarán: ¿Cómo es posible que se sientan ganadores?
Y es aquí queridos compatriotas, cuando entendemos realmente, el terror que le tienen a unas elecciones competitivas. Para revalidar su poder absoluto en la Asamblea Nacional, es decir, conseguir más de 57 diputaciones, necesitarían que al menos el 50% del electorado opositor se abstenga de votar. Ellos quieren que del 70% de opositores que tiene el país, más del 40 % se abstengan en las próximas elecciones. De esa manera, su raquítico apoyo del 25% se convierten casi mágicamente en mayoría. Por eso, nos ponen tantas piedras en el camino, tantos obstáculos, tantas dificultades, porque quieren que nos rindamos sin luchar. Ahora, les pregunto: ¿Nos vamos a replegar a nuestras casas sin haber dado batalla?
Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria, sentenciaba el filósofo romano, Cicerón. La patria necesita de sus mejores hijos e hijas, no podemos fallarle. El régimen quiere enfrentarse a una oposición debilitada, indecisa, insegura. No lo podemos permitir. El futuro nos convoca, la batalla electoral se acerca, debemos estar listos. Las matemáticas del régimen van a estrellarse contra la fuerza de la mayoría.
¡Salvemos la patria! ¡Nicaragua primero!