Comentarios a la encuesta de M&R Diciembre 2015

El comportamiento electoral de los independientes siempre fue un tema de particular preocupación en las encuestas de M&R, ya que además de ser una porción muy significativa de los votantes, en las cuatro elecciones nacionales entre 1990 y 2006, la mayoría de ellos voto en contra del FSLN (50.0%), el 30.0% de los independientes se abstuvieron de votar, y solamente el 20.0% optó por la candidatura del Comandante Daniel Ortega.

En la encuesta de M&R Consultores de diciembre del 2008, los consultados se identificaron en sus simpatías partidaria de la siguiente manera:

Cuadro 1.

38.2%Independientes
38.1%FSLN
23.7%Liberales

En esa misma encuesta de diciembre del 2008, cuando se le preguntaba a los entrevistados ¿lo que más le gusta de la gestión del gobierno de D. Ortega?, 38.4% respondía “nada me gusta”, mientras en el segmento de los independientes, este porcentaje subía a 50.9%. En la encuesta de abril del 2009, el porcentaje de entrevistados afirmando que nada de la gestión de Daniel Ortega les gustaba subió a 42.5%, mientras entre los independientes, el rechazo a la gestión presidencial se ubicaba en 55.1%.

Cuadro 2.
¿Lo que más le gusta de la gestión del gobierno de Daniel Ortega?
(M&R)
Solamente nada me gusta

Diciembre 2008Abril 2009
Todos
38.4%
Independientes
50.9%
Todos
42.5%
Independientes
55.1%

En la encuesta M&R de diciembre del 2009, 64.1% de lo consultados manifestaba desesperanza cuando se referían a la gestión del jefe de gobierno, y si bien es cierto este indicador mejoró en la consulta de julio del 2010, cuando el 58.3% de los encuestados dijo sentir desesperanza ante la gestión del Presidente Ortega, entre los independientes, los sin esperanzas se ubicaron en 71.6%.

Cuadro 3.
Sentimiento de desesperanza provocado
por el gobierno de Daniel Ortega
(M&R)

Diciembre 2009Julio 2010
Todos                          Independientes                64.1%                                       —Todos                          Independientes                 58.3%                                    71.6%

Para principios de octubre 2010, la encuesta de Borge y Asociados — el encuestador que anticipo la victoria de doña Violeta Barrios de Chamorro en febrero de 1990 — recogía la siguiente identificación partidaria:

Cuadro 4.

41.6%Ninguno/Independientes
38.2%FSLN
16.5%PLC

Y en cuanto a los números personales de Daniel Ortega, por primera vez en muchísimos años, estos se movían favorablemente, con 58.0% expresando aprobación por la figura presidencial, con 31.0% desaprobando, y 10.1% sin opinión o respuesta. Se debe recordar que, en la encuesta de Borge de octubre del 2005, 62.2% de los entrevistados desaprobaban de Daniel Ortega, y solamente el 29.8% expresaban simpatía por su figura.

En las encuestas de M&R de diciembre del 2010 y abril del 2011, los nicaragüenses que se identifican con el FSLN habían aumentado al 40.8% de los entrevistados, mientras la oposición en su conjunto (Alianza PLC/PC, VCE/MRS, ALN, otros) sumaban apenas 11.7%, y los independientes representaban el 47.6% de los consultados.

En la encuesta de M&R de abril 2011, Daniel Ortega registraba 63.6% de opiniones positivas entre los ciudadanos, un porcentaje similar al de la encuesta de Víctor Borge de octubre del 2010.

El equipo de Cinco — asociado al prestigioso periodista C.F. Chamorro — entre el 28 de mayo y el 9 de junio del 2011 realizo un estudio en conjunto con Víctor Borge (encuesta + grupos focales) exclusivamente entre los independientes, quienes según sus números se acercaban al 45.0% del electorado. En lo que concernía al Presidente Ortega, el estudio señalaba que “los datos muestran que existe una tendencia favorable hacia Daniel Ortega entre el segmento de los votantes independientes, lo cual se puede verificar en el nivel de reconocimiento, el nivel de agrado y la intención de voto que alcanza. Esta tendencia coincide con los resultados de otras encuestas de opinión y muestra un cambio en los resultados históricos antecedentes en los que este candidato no alcanzaba porcentajes importantes dentro del sector de los votantes indecisos”.

En la encuesta de M&R Consultores de octubre del 2011, solamente el 8.9% de los entrevistados señalaban “nada me gusta” del gobierno de Daniel Ortega, y en encuestas posteriores, entre los independientes, solamente el 10.4% de los mismos señalaban “nada me gusta” de la gestión presidencial. Entre los programas que más le agradaban a los entrevistados del gobierno de Ortega se destacaban Plan Techo, Casa para el Pueblo y el Bono Productivo. (Para más números sobre este mismo tema véase la encuesta de diciembre del 2011). 

Cuadro 5
¿Lo que más me gusta del Presidente Ortega?
(Múltiples Respuestas)
M&R, 5-20 diciembre 2011.

Plan Techo50.4%
Casa para el Pueblo33.8%
Usura Cero19.1%
Bono Productivo16.9%
Bono Solidario13.6%
Nada me gusta7.2%
Subsidio transporte colectivo0.5%

Además, para entonces, el miedo de un regreso a los años ochenta se había disipado, el cual todavía en el 2006 era uno de los grandes impedimentos para la victoria electoral de Daniel Ortega, como se refleja en la siguiente afirmación en la encuesta de M&R en agosto del 2006: “Hay quienes dicen que el candidato Ortega lo que pretende es controlar las remesas, entregar el dinero en córdobas y quedarse con los dólares, a como lo hicieron en los años ochenta”. 56.0% de los entrevistados dijeron estar de acuerdo con lo afirmado.

Si la política es el proceso por medio del cual se distribuye lo escaso — principalmente entre los organizados –, y por escaso nos referimos a los recursos  (tributarios y otros) con los que el gobierno cuenta en esta tarea de repartir lo escaso, el gobierno Daniel Ortega tuvo la astucia de contar con los recursos de Venezuela, cuyos desembolsos se han realizado con rapidez y fuera de la formalidad presupuestaria.

El 2009 fue un año terrible para la economía mundial, y Nicaragua como en la mayorías de los países de la región, la economía se contrajo en -1.5%, y el desempleo abierto llego a 8.2% de la PEA. En ese año los flujos de fondos venezolanos entre prestamos y donaciones sumaron 335.4 millones de USD, una suma importante que sin dudas ayudaron a suavizar el golpe económico, pero por debajo de los flujos que se sumaron anualmente entre el 2010 y el 2014.

El total de prestamos venezolanos durante esos cinco años suman por encima de los 2,600 millones de USD, a los que hay que sumarles para el mismo periodo 2010-2014, cerca de 1,800 millones de USD en exportaciones agropecuarias nicaragüenses a Venezuela (en el 2007 las exportaciones a Venezuela apenas superaban los 6 millones de USD), y aquí no estamos incluyendo los montos de inversión extranjera directa procedentes de Venezuela.

Cabe resaltar que el programa plan techo entró en operaciones en julio del 2009, generalizándose en el 2010, mientras en mayo del 2010 se hacía entrega del primer bono solidario.

Cuadro 6.
Millones USD

 2008091011121314
Prestamos305282522564555.7559.1435.6
PDVSA292277.5522557.6550.7558.5435.6
Donaciones24.053.4

Nota:
Enero-junio 2015, los desembolsos de prestamos venezolanos sumaron 172.8 millones de USD; mientras las exportaciones nicaragüenses a Venezuela entre enero y noviembre del 2015 se situaron en 277 millones de USD (las de 2014 fueron 390 millones).

Fuente: Banco Central de Nicaragua, Informe de Cooperación Externa, I semestre 2015  (Managua, Nicaragua: Octubre 2015).

En los números de diciembre del 2015, M&R encontró que 54.3% de los encuestados se identificaron como simpatizantes del FSLN, 4.4% con el PLC, 2.4% con el PLI, 0.3% con los conservadores, y 0.2% con el MRS.

Notablemente, los independientes se situaron en 37.6% del electorado.

Casi la mitad de los que se identifican como independientes — los que obviamente no simpatizan con el FSLN — aprueban sin embargo la gestión de gobierno de Daniel Ortega, lo que nos hace suponer, que estos nicaragüenses estarían inclinados a votar por la formula sandinista en las presidenciales del 2016.

Si continúa siendo así este noviembre próximo, el mercado electoral potencial de los partidos de oposición quedaría reducido en el mejor de los casos a 1/3 de los votantes.

En esta última encuesta de diciembre del 2015, 44.5% de los entrevistados afirmaron haber sido beneficiado por uno de los programas sociales del gobierno.

Entre los independientes, 33.2% aseguró haber sido beneficiado por uno de estos programas.

Y en cuanto al indicador de libertad democrática (libertad de expresión, organización política, votar sin presión), los independientes les dieron a las condiciones políticas de la Nicaragua de hoy, una aprobación del 87.0%.

Cuando se les pregunto a los encuestados ¿quién debería asumir el liderazgo de una oposición unida?, 68.4% respondió ninguno, NS/NR 23.1%, Eduardo Montealegre 2.3%, y don Fabio Gadea 2.1%. En el caso de Eduardo Montealegre, en Managua, 11.4% expreso sentir agrado por su persona, mientras en el interior 13.1%. En cuanto a don Fabio Gadea, 29.0% dijo sentir agrado por él en Managua, y 20. 2% en el interior.

El Presidente de COSEP, José Adán Aguerrí obtuvo 50.8% de opiniones a su favor en Managua, y 42.4% en el interior de Nicaragua. Curiosamente, entre los nicaragüenses que no figuran activamente en la vida pública del país, y después de muchos años de haberse desempeñado en la Alcaldía de la Capital, Dionisio Marenco, en Managua goza del 69.9% de agrado entre los encuestados, y 34.3% en el interior. 

El 77.8% de los consultados dijo que el país va por la dirección correcta, en comparación a un 11.2% que afirmo lo contrario. Y un 75.0% dijo que el gobierno de Daniel Ortega inspira esperanza.

Si bien es cierto el entusiasmo por la observación electoral (internacional y nacional) ha disminuido un poco entre las encuestas de septiembre y diciembre del 2015, los números a favor de la observación en la contienda de este noviembre próximo continúan siendo abrumadores, con 82.1% a favor de la internacional y 83.3% a favor de la nacional.

Entre las posibles explicaciones del porque en el cambio tan notable de los números de Daniel Ortega a partir de finales del 2010, se destacan:

Los recursos disponibles de la cooperación venezolana y la efectividad de parte del aparato partidario en la ejecución de programas sociales. Otra explicación es la disipación del miedo que cundía entre la mayor parte del electorado nicaragüense, sobre todo entre los independientes, de que, si Daniel Ortega resultaba electo presidente, entonces regresábamos a las medidas de los años ochenta. También hay que tomar en cuenta una oposición fragmentada, sin un liderazgo único, y un cambio en la correlación de fuerzas en los medios de comunicación y en las redes sociales.

La pregunta del 2016 es la capacidad del gobierno de sostener los números que comprenden las encuestas, tomando en cuenta la tasa de crecimiento económico de Nicaragua en un contexto global difícil, lo que se puede reflejar en el valor de nuestras exportaciones tradicionales, y los flujos de inversión extranjera directa. Más aún, entre enero y junio del 2015, los prestamos venezolanos con el colapso del precio del petróleo, apenas se ubicaron en 172.8 millones de USD, mientras las exportaciones nicaragüenses a Venezuela entre enero-noviembre del 2015 se vieron disminuidas a 277 millones de USD.

En la sesión de preguntas y respuestas podemos ampliar sobre estas últimas consideraciones. Gracias por su amable atención.